6 de junio de 2006

LA SUPER EVOLUCIÓN DE LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS


¿Quién nos iba a decir en 1978, cuando la España moderna, democrática y autonómica nacía que, 28 años después, las Comunidades que emergieron de ella habrían de superar las teorías evolucionistas de Darwin para pasar a convertirse en verdaderas protagonistas, ya no de la España del siglo XXI, sino de lo que podríamos llamar “Biología Autonómica”?

Nuestras regiones fueron dotadas de estatutos en los que se regían sus capacidades y competencias respetando la Constitución. Pero llegando a este punto, estos seres “pluri-regionales” han comenzado una carrera estrepitosa por una "evolución" hacia lo desconocido, encabezado por hipócritas e ineptos con aires bonapartistas.

Ya no sirve el café para todos, ahora lo que impera es la “ley del mas autónomo”. Como si de animales se tratase, las CC.AA. han comenzado a desarrollar policías autonómicas más identitarias, estatutos mas competenciales y banderas estúpidas plagadas de símbolos post-soviéticos, para defenderse, de lo que suponemos, el "malvado" Estado Español. Con ello, han establecido una escala evolutiva ya existente en la Constitución Española. En ella, el estado más bajo es la de “región”, simplemente. Una vez alcanzado este primer estado, se puede optar al segundo escalafón evolutivo: “nacionalidad histórica”. Alcanzado pues, este segundo paso, las Comunidades ahora optan, como es la Andalucía chavista, por el siguiente paso: “realidad nacional”.

Llegado a este último punto, suponíamos no poder ascender de él, pero el socialismo “español” más radical nos ha demostrado que en este país de absurdos inimaginables, una comunidad autónoma puede “hiper evolucionar” para traspasar lo que creíamos la frontera de “realidad nacional” y convertirse, de pleno derecho y facto, en “Nación”. Cataluña se ha convertido en la primera Super Comunidad Autónoma (o Comunidad Nacional). Ya no existen los derechos de los ciudadanos, sino los derechos de las regiones o, en este caso, "nacionalidades" y "naciones".

Y en todo este caos geográfico-político, la progresía estrangula a la derecha, puesto que lo “no-progre” es de fachas. Uno no puede decir que el nuevo “estatúh” andaluz es una sarta de tonterías, porque es un facha. Y no puede, tampoco, acusar de “españolicidas” a los redactores por haber eliminado totalmente todo lo que en el anterior estatuto se decía de la “indisoluble unidad de la patria española”, puesto que eso sería retrógrado y, nuevamente, de fachas. ¿Cuántas veces no hemos visto quemar una bandera española con impunidad o airear una "estelada" (bandera independentista catalana) en cualquier acto? Y en cambio está "mal visto", ir con una bandera española constitucional.

Españoles, no nos dejemos engañar. En España no hay nacionalidades, ni realidades, ni nada, hay ciudadanos que en su mayoría se sienten españoles, ¿dónde están sus derechos?

El Hispánico

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tienes toda la razón. Pero en parte los culpables hemos sido los propios ciudadanos por permitirlo. Y por supuesto los políticos que hicieron la transición: debían haber dejado mucho más claros los topes y haber defendido mejor el poder del Estado.
Sólo un cambio en la ley electoral que impidiera que tipos con poquisima representatividad lleguen al parlamento nos ayudaría, pero me temo que nadie está por la labor.
Por otra parte somos muchos los que estamos esperando, y me temo que así nos quedaremos, a que el Jefe del Estado reaccione y haga algo.
No digo que se salte la legalidad vigente (Zporky si lo hace), pero debería ser mucho más claro, contundente en sus declaraciones y tranquilizador tanto en sus palabras como en sus hechos.
Saludos antizapateriles.